BAILANDO NACE EL AMOR


Si no hubiera leído a Raymond Carver aún podría crer que existen dragones y odiseas, pero la vida sedentaria, la rutia, y la falta de fe la habian postrado en el altar de la racionalidad.


Los unicornios saben decir talofa con una aplastante seguridad, lo mismo que las nieblas del norte, o de Marconeti Falcone, o que el hijo del diablo, Karka, las rocas de Blanes, el águila que enjaularon los de seguridad, l niña que siempre llora en el piso de arriba, el pobre Guillermo que se convirtió en polvo, o los pingüinos subantárticos.


El milagro de la ilusión lo trajo el baile, aún no habian creído nunca que todo el tiempo del mundo dependiera de unas clases de salsa, que acabarian por poder ser algo más, y que acabarán en lo que cada cual quiera.


Fantástico era una palabra difícil de utilizar hasta que la alegría del baile, la que debiera ponerse en cada cosa, le mostró que nunca hubomolinos sino que siempre fueron gigantes, y la mirada rara, la loca, era la de aquellos que se creían cuerdos.


Al fin al cabo, casi toda la Humanidad.


RUBÉN GARCÍA CEBOLLERO

Gracias

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